
La Nueva Orden Ejecutiva de Donald Trump sobre el Uso de Popotes de Plástico
El 10 de febrero de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que marca un giro significativo en la política ambiental del país. Este movimiento busca deshacer las iniciativas ecológicas implementadas por su anterior predecesor, Joe Biden, restableciendo así el uso generalizado de popotes de plástico, en un contexto donde las preocupaciones ambientales son cada vez más prioritarias.
Anulación de Políticas Ambientales
Con esta nueva directriz, Trump revierte los esfuerzos de Biden que pretendían erradicar gradualmente el uso de plásticos de un solo uso dentro de propiedades federales, incluyendo áreas de parques nacionales. La meta inicial era eliminar dichos productos para el año 2032, un objetivo que ahora se ve comprometido.
Críticas a los Popotes de Papel
En defensa de esta orden, el presidente argumentó que los popotes de papel son poco prácticos y problemáticos. Según Trump, estos tienden a romperse o deteriorarse al contacto con bebidas calientes, afirmando que su uso es «ridículo». Esta perspectiva pone de manifiesto un desacuerdo significativo con las tendencias actuales hacia alternativas más sostenibles.
Instrucciones a Agencias Federales
La orden ejecutiva también involucra las acciones de diversas agencias federales. Se instruye a los líderes de estas entidades a que cesen la adquisición de popotes de papel y garanticen su falta de disponibilidad en los edificios gubernamentales. Además, la directriz pide la eliminación de políticas que desincentiven el uso de popotes de plástico y el desarrollo de una «estrategia nacional para erradicar los popotes de papel».
Perspectiva Ambiental
En una muestra de desdén hacia las preocupaciones ambientales, Trump minimizó el posible impacto que el uso de popotes de plástico podría tener en los ecosistemas marinos, afirmando que las consecuencias son insignificantes, incluso para especies emblemáticas como los tiburones. Esta postura contrasta con el creciente reconocimiento de la crisis global que representa la contaminación plástica.
Reacciones
La decisión ha suscitado fuertes críticas de activistas y organizaciones medioambientales. Muchos argumentan que esta medida va en contra de los esfuerzos globales por reducir la contaminación plástica y proteger el medio ambiente. La oposición sostiene que, si bien los popotes de papel pueden presentar limitaciones, la solución no reside en regresar a los plásticos desechables, sino en avanzar hacia alternativas verdaderamente sostenibles.