México tendrá dos duelos de alto nivel rumbo al 2026: enfrentará a Portugal en el renovado Estadio Banorte y días después jugará ante Bélgica en Chicago.
Se confirmó este martes que la Selección Mexicana enfrentará a Portugal el próximo 28 de marzo a las 19:00 horas, en un duelo amistoso que se perfila como una de las pruebas más importantes de su preparación rumbo a la Copa del Mundo 2026. El encuentro se jugará en el renovado Estadio Banorte, antes conocido como Estadio Azteca, que reabrirá sus puertas tras una remodelación profunda diseñada para modernizar el inmueble de cara al torneo mundialista.
El choque ante el equipo portugués ha generado una expectación enorme, principalmente por el posible regreso de Cristiano Ronaldo a territorio mexicano. El luso, máximo goleador en la historia del futbol internacional y figura global durante casi dos décadas, podría disputar uno de sus últimos partidos con su selección en nuestro país. Su presencia eleva el atractivo del encuentro y anticipa un ambiente de estadio lleno para una noche que promete ser memorable.
Pero más allá del componente mediático, Portugal representa un desafío futbolístico de alto nivel. El conjunto europeo mantiene una generación sólida, con talento en todas sus líneas y una estructura competitiva que pondrá a prueba la solidez del Tricolor. Para México, será una oportunidad clave para evaluar su funcionamiento colectivo, medir su capacidad ante rivales de jerarquía y ajustar aspectos que aún requieren pulirse de cara al 2026.
La agenda del combinado nacional no termina ahí. Tres días después, el 31 de marzo, México viajará a Estados Unidos para enfrentar a Bélgica en el Soldier Field de Chicago, también a las 19:00 horas. Este segundo amistoso complementará una de las fechas FIFA más exigentes para el equipo mexicano en esta etapa de preparación.
El enfrentamiento contra los belgas, conocidos por su potencia física, velocidad en transición y orden táctico, permitirá al cuerpo técnico ampliar sus evaluaciones en distintos escenarios y ante estilos de juego contrastantes. Bélgica continúa siendo una de las selecciones más competitivas del futbol europeo, por lo que el reto será mayúsculo para el cuadro mexicano.
Con estos dos partidos, México encarará un bloque de preparación de altísimo nivel, enfrentando a selecciones que han sido protagonistas en el panorama internacional durante los últimos años. Además del impacto deportivo, ambos duelos representan una oportunidad de proyección global para el futbol mexicano, que busca fortalecerse rumbo a su papel como anfitrión del Mundial 2026.
El regreso del Estadio Banorte, la presencia de figuras internacionales y el nivel de exigencia de los rivales convierten esta fecha FIFA en un momento clave en el camino del Tricolor hacia el máximo torneo del futbol mundial.