
Edson Ramírez
La reciente renuncia de Nicolás Morales como Tesorero del Ayuntamiento de Aramberri ha causado revuelo en la comunidad. Según fuentes cercanas a la administración municipal, la decisión del funcionario no fue producto de un despido, sino de una elección personal motivada por diferencias con el alcalde Martín Castillo en torno a la gestión financiera del municipio.
Se ha señalado que Morales, quien siempre se mostró partidario de mantener una administración con cuentas claras, no estuvo de acuerdo con la decisión del alcalde de utilizar los recursos destinados al pago de proveedores, correspondiente a la pasada administración, para cubrir gastos corrientes. Según la normativa vigente, los proveedores deben ser liquidados en los primeros días de octubre, sin embargo, Castillo utilizó estos fondos para otros fines, lo que generó desacuerdos dentro del equipo de trabajo.
La renuncia se mantuvo en un principio bajo un estricto hermetismo, pero la situación salió a la luz pública durante una reciente sesión de Cabildo. En esa ocasión, el propio alcalde Martín Castillo explicó que Morales había sido llamado por la Secretaría de Educación para ocupar un cargo en la oficina regional de Dr. Arroyo, según indicaron fuentes cercanas al edil. Este argumento, sin embargo, no ha sido completamente confirmado por otras fuentes.
La vacante dejada por Morales fue cubierta por Virginia Cortez, quien asumió el cargo de Tesorera. Cortez, una figura no muy conocida en el municipio, tomará las riendas de la Tesorería en un contexto donde la gestión de los recursos municipales es uno de los temas más sensibles entre los ciudadanos.
El suceso ha generado preocupación entre los habitantes de Aramberri, quienes siguen de cerca los detalles del manejo financiero del municipio. A pesar de los esfuerzos por mantener la situación bajo control, las versiones sobre el uso de los fondos y las razones detrás de la salida de Nicolás Morales siguen siendo objeto de debate.