
Janathan Diaz
Aproximadamente 100 maestros jubilados y pensionados llevaron a cabo un bloqueo de más de una hora en las oficinas del Isssteleón, ubicadas en la intersección de las avenidas Pino Suárez y Cuauhtémoc, a la altura de la calle Matamoros, como parte de una protesta en demanda del pago pendiente correspondiente al aumento del 6.43% en sus pensiones.
La manifestación fue encabezada por Lucilda Pérez Salazar, ex diputada local y actual dirigente de los pensionados y jubilados de la sección 50 del SNTE, quien manifestó la inconformidad del grupo ante la falta de respuesta del Gobierno de Nuevo León respecto al cumplimiento de este ajuste en las pensiones. Pérez Salazar señaló que a pesar de los compromisos previos, no se ha realizado el pago correspondiente, lo que ha generado un ambiente de frustración entre los maestros jubilados y pensionados, quienes exigen que se regularicen sus pagos conforme a lo estipulado.
En su intervención, Pérez Salazar enfatizó que los maestros jubilados han trabajado durante años por el bienestar de la educación en el estado, y que ahora, en su retiro, merecen que se cumpla con los acuerdos establecidos en sus pensiones. “El Gobierno de Nuevo León debe hacerse responsable de las promesas realizadas y garantizar que los derechos de los jubilados y pensionados sean respetados”, expresó.
Después del bloqueo, los manifestantes se dirigieron al Congreso del Estado, donde buscaron el apoyo de los legisladores para presionar por una solución inmediata. En el Congreso, los maestros jubilados pidieron que los representantes locales se involucren activamente en la defensa de sus derechos y se logre una pronta respuesta a sus demandas.
La protesta, que se desarrolló de manera pacífica, refleja la creciente preocupación de este sector de la población, que se siente desprotegido frente a lo que consideran incumplimiento de los compromisos gubernamentales. Los maestros jubilados subrayan que este aumento en sus pensiones es esencial para su estabilidad económica y para asegurar un retiro digno después de años de servicio en el sistema educativo estatal.
Esta acción también ha generado un llamado a la reflexión sobre la importancia de garantizar los derechos de los trabajadores retirados, quienes han sido fundamentales en la construcción del sistema educativo en Nuevo León y en la formación de generaciones de estudiantes.