
El director científico de OceanGate, empresa propietaria del sumergible Titan, testificó el jueves ante un panel de la Guardia Costera de Estados Unidos, revelando que el aparato había experimentado fallos justo antes de su trágico viaje hacia el naufragio del Titanic.
Durante su comparecencia, Steven Ross informó sobre un incidente ocurrido en junio de 2023, días antes de la fatal implosión. Según su testimonio, el sumergible sufrió un problema en la plataforma que provocó que los pasajeros «dieran volteretas» y complicó su extracción del agua, un proceso que tomó una hora. Ross también indicó que Stockton Rush, piloto del sumergible y cofundador de OceanGate, se estrelló contra el mamparo durante el incidente, aunque nadie resultó herido.
“Uno de los pasajeros quedó colgado bocabajo, mientras que los otros dos lograron refugiarse en la cubierta de proa”
Relató Ross, quien añadió que no sabía si se realizó una evaluación de seguridad o una inspección del casco del Titan tras el incidente.
Este testimonio forma parte de una serie de audiencias que han generado cuestionamientos sobre las operaciones de la empresa antes de la desafortunada misión. Rush fue uno de los cinco fallecidos en la implosión del sumergible en junio de 2023.
En otra parte de la audiencia, Renata Rojas, especialista en misiones de OceanGate, defendió la competencia del personal de la empresa y destacó su deseo de «hacer realidad los sueños». Su testimonio contrastó con el de otros testigos, quienes describieron a la compañía como problemática y más enfocada en las ganancias que en la ciencia o la seguridad.
“Aprendí mucho y trabajé con personas asombrosas que solo querían hacer que los sueños se volvieran realidad”
Expresó Rojas. También mencionó que consideraba que la empresa fue transparente en las etapas previas al viaje hacia el Titanic.
El testimonio de Rojas fue emotivo, y en un momento, el panel de la Guardia Costera propuso una pausa para que pudiera recomponerse. Como miembro del Club de Exploradores, Rojas lamentó la pérdida de sus colegas Hamish Harding y Paul-Henri Nargeolet en la tragedia.
«Sabía que lo que estaba haciendo era muy riesgoso. En ningún momento me sentí insegura debido a la operación»