
El otoño entrará en México el próximo 22 de septiembre, marcando uno de los dos momentos del año en que el día y la noche tienen casi la misma duración en todo el planeta. Este fenómeno, conocido como equinoccio, ocurre cuando el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador de la Tierra, equilibrando así la duración del día y la noche.
A diferencia de los solsticios, que indican los días más largos o más cortos del año, los equinoccios representan puntos de equilibrio en el ciclo de las estaciones. Durante el equinoccio de otoño, el eje de la Tierra está inclinado de lado al sol, lo que resulta en una cantidad casi igual de luz solar y oscuridad en todo el planeta, según Live Science.
Este evento marca el cambio de las estaciones de verano a otoño en el hemisferio norte y de invierno a primavera en el hemisferio sur. La palabra «equinoccio» proviene del latín «noche igual», haciendo referencia a uno de los dos días al año cuando las longitudes de luz del día y la oscuridad son las mismas en todo el mundo. A partir de este momento, las horas de oscuridad comenzarán a aumentar gradualmente al norte del ecuador hasta llegar al solsticio de invierno el 21 de diciembre, mientras que al sur del ecuador ocurrirá lo contrario.
Live Science también señala que más horas de noche ofrecen más oportunidades para observar las estrellas, ya que se aproximan algunas de las mejores lluvias de meteoros del año. Además, las próximas tres lunas llenas serán superlunas, lo que las hará parecer más grandes y brillantes en el cielo.
Los equinoccios y solsticios son el resultado de la inclinación del eje de la Tierra, que es de 23.5 grados, lo que provoca que diferentes partes del planeta reciban más o menos luz solar a lo largo del año.