
El tequila es mucho más que una bebida: es un emblema de la cultura mexicana que ha trascendido fronteras para convertirse en una de las bebidas alcohólicas más consumidas a nivel global.
Su historia está entrelazada con leyendas que narran su origen. Una de las más populares cuenta que durante una tormenta, un rayo impactó un campo de agaves, provocando un incendio que calentó el corazón de estas plantas, liberando vapores aromáticos. Este líquido dulce y agradable que emanó fue fermentado por los habitantes locales, descubriendo así la bebida embriagante que hoy conocemos como tequila, considerada un regalo de los dioses.
Aunque la leyenda es fascinante, en realidad el proceso de elaboración del tequila ha evolucionado hasta convertirse en un arte refinado de destilación. Se obtiene principalmente del agave azul, conocido científicamente como agave tequilana Weber, seleccionado entre más de 295 especies de agave por sus características ideales para la producción de esta bebida.
Recientemente, el 24 de julio fue declarado por la UNESCO como el Día Internacional del Tequila, en honor a los paisajes de sembradíos de agave y las antiguas instalaciones industriales de Tequila, Jalisco, reconocidos como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esta fecha se suma al Día Nacional del Tequila, celebrado en marzo en México, donde la bebida es motivo de orgullo y celebración en las fiestas tradicionales y festividades culturales.
El tequila no solo es una bebida alcohólica, sino un símbolo de identidad nacional que une a los mexicanos en torno a su historia, tradición y calidad artesanal.
#UnDíaComoHoy es el Día Internacional del Tequila. 🍋🧂🇲🇽
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— Universum Museo (@UniversumMuseo) July 24, 2024