
Expertos en salud visual advierten sobre el creciente problema de la miopía, alimentado por el abuso de pantallas y la falta de actividad al aire libre, factores que contribuyen al aumento de este defecto óptico. En países como China, iniciativas peculiares como barandillas en pupitres y sombreros con pelotas móviles están siendo implementadas en escuelas para mitigar el problema.
La miopía, que causa visión borrosa de objetos lejanos debido al alargamiento del globo ocular, está en constante aumento. La oftalmóloga pediátrica Silvia Alarcón explica que un ojo miope puede alcanzar una longitud axial de hasta 35 milímetros, frente a los 23 milímetros de un ojo sano. Este fenómeno desvía los rayos de luz, afectando el enfoque visual.
Según Miguel Ángel Sánchez Tena, de la Universidad Complutense de Madrid, la miopía es ahora un problema de salud pública mundial. En países como China, Corea del Sur, Japón y Singapur, hasta el 80% de los jóvenes de secundaria sufren miopía, con un 10% al 20% clasificados como muy miopes, lo que aumenta el riesgo de complicaciones oculares graves.
El problema no se limita a Asia. Un estudio proyecta que para 2050, 4.758 millones de personas serán miopes, casi la mitad de la población mundial. En España, la prevalencia de miopía en niños de cinco a siete años es del 19%, pero se espera que aumente al 30% para 2030, según investigación dirigida por Sánchez Tena y Cristina Álvarez Peregrino.
Los especialistas advierten que la miopía no corregida es una causa común de discapacidad visual y puede llevar a condiciones como cataratas, glaucoma y desprendimiento de retina. El impacto global de este fenómeno exige una respuesta coordinada para mitigar sus efectos en la salud pública y promover hábitos saludables de visión desde la infancia.