
Cerca de 500 jóvenes, muchos de ellos menores de 18 años, fueron evacuados del bar «El Perro Salado» ubicado en la calle Xocongo, colonia Tránsito, tras ser descubierto que operaba con un significativo sobrecupo y vendía alcohol sin cumplir con las restricciones de edad.
Humberto González Arroyo, director general táctico operativo de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, confirmó que el lugar tenía un aforo máximo permitido de 250 personas. La intervención de las autoridades fue desencadenada por un reporte anónimo que alertó sobre la presencia excesiva de asistentes, provocando la llegada inmediata de unidades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Protección Civil.
En videos compartidos en redes sociales, se observa a muchos jóvenes visiblemente alcoholizados, algunos llevando camisetas en las manos o el torso desnudo debido al calor intenso. Ocho mujeres, una de las cuales tenía 18 años y el resto eran menores, permanecieron escondidas por tres horas en un tapanco por temor a salir antes de la llegada de las autoridades.
Al percatarse de la presencia de las autoridades, los responsables del bar cerraron el establecimiento y se retiraron. Una de las asistentes, de 17 años, fue atendida por intoxicación etílica, aunque no requirió ser trasladada a un hospital.
Por reporte de intoxicados, desalojan el #PerroSalado ubicado en #xocongo colonia #Obrera @AlcCuauhtemocMx. Cerca de 500 jóvenes y menores de edad se encontraban al interior. Llega @SSC_CDMX @inveacdmx y @SGIRPC_CDMX pic.twitter.com/0saDF3ZtR4
— Pablo Castorena (@jpcastorena) June 15, 2024
Las seis menores fueron entregadas bajo custodia policial y acompañamiento a sus padres, mientras que la joven de 18 años y una adulta estaban siendo asistidas por las autoridades para decidir su curso de acción.
González Arroyo informó que una de las mujeres presentaba lesiones menores, posiblemente por una caída, mientras que los rescatistas encontraron un zapato entre el mobiliario desordenado y la ropa tirada en el piso.
Aunque no se realizaron detenciones, se mantuvo el resguardo policiaco del bar y se acordonó con cinta naranja, mientras se abre una investigación en la Fiscalía General de Justicia y se revisan las responsabilidades administrativas correspondientes.
Vecinos del área habían denunciado previamente las prácticas del bar, mencionando asistencia ilimitada y falta de respuesta a sus quejas anteriores, a pesar de que en marzo se habían colocado sellos de clausura que no se mantuvieron vigentes ni un día.